El cuarto día de patrulla día fue distinto. Alrededor de las once de la noche, mientras terminaba de cenar sonó mi busca. Llamé a la comisaría y me dijeron que acudiera rápidamente a una estancia situada en Cabo Estay, una zona de casas de lujo situada en la zona de playas.
Diez minutos después llegué a una casa de dos pisos con un pequeño jardín alrededor. Una patrulla estaba en la puerta y uno de los policías me dijo que había una mujer agonizando.
Entré en la casa y subí una amplia escalera de piedra que llevaba al piso superior. Escuche la voz de un agente que decía:-Por aquí inspector. Me dirigí a la habitación de la que provenía la voz y al entrar descubrí una escena totalmente dantesca. Por la ventana entraba una tenue luz azulada y las cortinas se movían por la acción de un ligero viento que soplaba. Una mujer joven estaba tumbada en la cama, una sábana de seda gris tapaba su cuerpo a excepción de la pelvis y la cabeza. En su cuello podía verse un corte del que manaba sangre intensamente.- Está muerta, hemos llamado a un ambulancia pero ya está muerta- comentó el policía con un tono de voz en el que se dislumbraba la desesperación del momento. Me acerqué más al cadáver y pude ver, bajo su ombligo, el tatuaje de un pequeño diablillo aguantando un objeto en el aire que no pude reconocer. Pregunté al policía qué era lo que aparecía en el tatuaje. Sonó una voz detrás de mí que decía:- Es un hacha. Me giré y vi a Vallejo de pie. Al apartarme del cadáver y dirijirme hacía él vi como la expresión de su cara cambiaba de repente y gritaba: -¡Está incompleto!. Sacó el arma de su cartuchera y mandó acordonar toda la casa. Me quedé perplejo y le pregunté qué era lo que estaba ocurriendo. Me explicó que el tatuaje estaba incompleto y que el asesino debió huir cuando llegaron los policías. Vallejo buscó por todas las esquinas hasta encontrar en un punto oscuro de la habitación una mancha de sangre en la pared. Me llamó y dijo: -¿qué te parece esto?.
- Supongo que el corte fue realizado en esa esquina y que luego la víctima fue llevada a la cama, pero ¿por qué?.
Vallejo me miro diciendo:- Porqué el asesino quería que todo el mundo viera el tatuaje y la forma en que ha matado a esta pobre chica. No ha sido la única, es la tercera víctima en poco tiempo. Todas son mujeres y han sido asesinadas con el mismo modus operandi.
Llegó el forense y al mover el cadáver pudimos ver con claridad unas letras escritas con sangre en la sábana. Ponía DIC. Pensamos que podían ser unas siglas o que era una palabra a medio escribir.
Me marché a mi casa pensando en todo lo que había ocurrido Sabía que aquel era el caso de Vallejo, pero desde que llegué a aquella habitación algo había dado un giro en mi cabeza. Comencé a darme cuenta de que no podría dormir tranquilo hasta que todo aquello acabase.